Este Monasterio, lo fundó por testamento, otorgado en Valladolid el 16 de septiembre de 1307 , doña Teresa Gil , infanta portuguesa de origen y vida no desvelados, de algún modo vinculada al rey don Dionís de Portugal, avecindada en Castilla, donde gozó del favor de Sancho el Bravo y de Fernando IV y acumuló gran hacienda. Después de una larga serie de mandas y legaciones, hace heredero universal al monasterio: Faculta a los testamentarios para que elijan el lugar donde ha de erigirse. Fue la reina María de Molina quien decidió, forzando a la expropiación de unos solares particulares necesarios para la obra del monasterio y regalando al mismo una vía pública. Los impedimentos continúan y Alfonso XI los ataja mandando lo dispuesto por su abuela doña Maria. El 28 de agosto de 1316 el arzobispo de Santiago y canciller del reino de León, D.Rodrigo, pone la primera piedra de la iglesia. Las obras fueron deprisa, pues ya estaba habitado en 1330, Alfonso XI, a petición de la priora y monjas,